Este mes el Reto que nos han preparado desde Bake the World nos lleva
de nuevo a los panes básicos. Para ello nos desplazamos dentro de nuestras
fronteras y visitamos Cataluña, una de las Comunidades Autónomas que puede
presumir de contar con panes extraordinarios y con maestros panaderos como Anna
Bellsolà, Xavier Barriga, los chicos de Triticum... Para rendirles homenaje
hemos seleccionado uno de sus panes bandera: el Pa de Pagès.
Este pan normalmente se encuentra en versión hogaza, redondo, sin
greñado específico, pero colocado en el banneton de forma que la junta quede
hacia arriba y en el horno se abra por ella de forma desigual. Generalmente se
elabora a partir de harina, masa madre, agua y sal con una hidratación
aproximadamente del 60-70% consiguiendo una miga ligeramente alveolada pero
esponjosa. A partir de la receta original, se encuentran muchas versiones con
distintos aditivos: aceitunas, cebolla, tomate, bacon y puerro... Son infinitas
las versiones que podemos encontrar de este rico pan, pero en esta ocasión he
decidido hacer uno más sencillo, en el que he sustituido una parte de harina
blanca por harina integral. Me gustan mucho los panes que llevan harinas
integrales, de centeno, de espelta, semillas… y por eso he querido hacer ese
pequeño guiño a la receta original. Creo que utilizando los tipos de harina que
menciono, el pan gana en sabor y si además partimos de una masa blanca
fermentada el sabor se acentúa aún más si cabe.
Para elaborar la masa blanca fermentada he seguido la receta de Richard
Bertinet en su libro “Panes” y la he dejado fermentando en el frigorífico
durante 24 horas. De esa forma conseguimos aportar más sabor al pan y se
consigue algo parecido a cuando utilizamos una masa madre, sé que no es lo
mismo, pero gana respecto a un pan elaborado de forma sencilla y sin ese
fermento previo. A la hora de amasar en lugar de hacerlo de un tirón, he
preferido hacer amasados cortos, dejando 10-15 minutos entre amasado, hasta que
la masa tenía una buena consistencia. Para ralentizar la fermentación de la
masa, la he guardado en el frigorífico durante 10 horas, antes de hornearlo.
Dándole el suficiente tiempo a la masa conseguimos aumentar el sabor del pan y
se consiguen mejores resultados.
He leído los enlaces que desde Bake the World nos han facilitado y he
optado por coger unas cosas de unos y otras de otros. Me he basado en las
cantidades para el pan que da Eva, del blog Ma petite Boulangerie, aunque he
cambiado un poco la receta y he utilizado una parte de harina integral. De
todas formas os dejo el enlace de su Pa de Pagès, porque tiene un aspecto de lo
más rico. La próxima vez que lo haga reduciré un poco la cantidad de harina
integral, para quede algo más alveolada la miga. De sabor está muy rico, pero
este tipo de harinas tienden a dejar la miga algo más prieta que si utilizamos
solo harina panificable.
INGREDIENTES:
Para la masa blanca fermentada:
250 gr. harina de fuerza
175 gr. de agua
5 gr. de sal
5 gr. de levadura fresca
Con estas cantidades obtenemos 400 gr. de masa fermentada.
Bien tapada se conserva perfectamente en la nevera hasta 6 días.
Para la masa de pan:
350 gr. de harina de fuerza
150 gr. de harina integral
350 gr. de agua
100 gr. de masa blanca fermentada
10 gr. de sal
5 gr. de levadura fresca
Elaboración de la masa blanca fermentada:
Mezclamos todos los ingredientes hasta obtener una masa lisa. Dejamos reposar en la nevera, cubierta con papel film, durante 24 horas, veremos que habrá doblado su volumen inicial.
Antes de utilizarla la sacamos del frigorífico y la dejamos a temperatura ambiente entre 30 minutos y 1 hora.
Elaboración de la masa de pan:
Mezclamos los dos tipos de harina con el agua y la dejamos reposar durante 1 hora. Añadimos la sal, la levadura fresca, la masa blanca fermentada y amasamos hasta que se integren bien los ingredientes. Tapamos con un paño y dejamos reposar entre 10-15 minutos. Volvemos a amasar un poco más y de nuevo la dejamos tapada con un paño otros 10-15 minutos. Repetimos una vez más esta esta operación.
Finalmente amasamos de nuevo, con estos reposos la masa ha ido amasándose sola y ha ganado en elasticidad al mismo tiempo que ha esponjando un poco por el efecto de la masa blanca fermentada y la levadura. Una vez comprobemos que al amasar la masa esta fina, lisa y elástica, formamos una bola y la dejamos reposar en un bol espolvoreado con harina o untado con una ligera capa de aceite. Cubrimos con un film transparente y la dejamos reposar a temperatura ambiente durante unos 15 minutos. Pasado este tiempo la guardamos en el frigorífico durante 10 horas. De esta forma la fermentación se produce lentamente y la masa gana en sabor.
Transcurrido este tiempo la sacamos del frigorífico, enharinamos ligeramente la superficie de trabajo, volcamos la masa sobre la misma y le damos forma de bola. Enharinamos la bandeja del horno y la depositamos encima, espolvoreando un poco la superficie para darle un toque algo más rústico. La dejamos a temperatura ambiente entre una hora y media a dos horas, para que aumente de tamaño. Si lo preferimos podemos darle forma de bola y dejar la masa en un banneton con el pliegue hacia abajo, de esta forma el greñado se producirá durante el horneado o bien, depositar la masa con la unión hacia arriba y cuando le demos la vuelta para depositarla sobre la bandeja del horno practicarle unos cortes antes de hornear.
Mientras esperamos que la masa suba de nuevo, encendemos el horno a 220º C, calor arriba y abajo. Una vez haya transcurrido el tiempo, con una cuchilla formamos unos cortes sobre la superficie del pan. Antes de introducir el pan en el horno abrimos la puerta y pulverizamos con agua para generar vapor en el interior del mismo o bien introducimos un recipiente con agua en la bandeja inferior. Colocamos la bandeja con el pan en el interior y antes de cerrar la puerta volvemos a pulverizar con agua las paredes del horno.
Horneamos los primeros 20 minutos a 220º C, después bajamos la temperatura a 200º C y lo dejamos durante 30 minutos más. Deberá quedar con una corteza con bonito color dorado. Para comprobar si está cocido podemos darle la vuelta y dar unos golpes en la base del mismo, si suena como algo duro estará listo. Una vez fuera del horno lo dejamos en la bandeja unos 10 minutos y a continuación lo pasamos a una rejilla hasta que se enfríe por completo.

Impresionante, te ha quedado perfecto, ya quisiera tener uno tan hermoso esperándome en casa, me encanta el pan casero, pero que pereza me da hija, tengo que superarlo porque luego lo disfruto enormemente. Me guardo tu receta!!!
ResponderEliminarBesotessss
Qué hambre, cómo me gustaría ser tu vecina!! Iba a llamar a tu puerta con cualquier excusa a ver si me dabas un trozo de pan, es que me estoy imaginando hasta su aroma.
ResponderEliminarBesos guapa!!
Que pan tan rico :) yo cada día me lanzo un poquito más con los panes.. me encantan, su aroma, el rato de amasado y lo mejor comerlo jaja Es un pasatiempo perfecto para un día malo. Un beso!!
ResponderEliminarRecetas de una gatita enamorada
Hola guapísima qué rico te ha quedado, me encanta la miga. Lo has explicado muy sencillo y con el paso a paso en imágenes se ve aún más fácil.bsts guapa
ResponderEliminarMadre mía, te ha quedado realmente precioso, no he tenido tiempo de hacer el mio pero probaré tu receta, me encanta. Petons.
ResponderEliminarTe ha quedado fantástico!!! Con un poquito de aceite y ese pan ya me conformaba yo :)
ResponderEliminarbesos
Que buen pan Suny!!!! has conseguido una estupenda hogaza, muy buena corteza y unas rebanadas irresistibles.. Tu si que sabes!!! Nos encontramos en el próximo reto "panarra". Besos,
ResponderEliminarAy, Suny, qué artista eres! Esta me la guardo que me vuelve loca el pan casero :)
ResponderEliminarQué preciosidad de pan... me encanta. Así, con jamoncito del rico y un poco de aceite... no necesito más. Este mes estoy feliz feliz con la propuesta, la incorporo a mis panes habituales.
ResponderEliminarQuerida Suny, como siempre sin palabras!!! eres la perfección. Tu pan es precioso, perfecto, la explicación insuperable, bssss
ResponderEliminarDelicioso así presentado, con su tomatico, el jamón y el aceite, mmm.
ResponderEliminarAbrazos panarras.
Una hogaza preciosa, un paso a paso excepcional y unas indicaciones estupendas. No se puede pedir más de una entrada de blog. Fantástico. Un besote, preciosa
ResponderEliminar¡Uuuaaauuuu! ¡Me gusta mucho tu propuesta! El paso a paso...¡perfecto!
ResponderEliminarUn beso,
Olga
Hola Suny! No sé qué me gusta más si el pan, el jamón, el aceite o el tomate! Je,je tu payés tiene una pinta buenísima, y el paso a paso genial como siempre para los que no se atrevan a hacer pan. Precioso. Un besote.
ResponderEliminarMonie
Suny, te ha quedado fantástico, seguro que con la harina integral gana en sabor, yo aun no me atrevo a experimentar, pero me encanta tu pan.
ResponderEliminarUn besazo
El pan te salió maravilloso! Y el acompañamiento, sin palabras! ;)
ResponderEliminarTe ha quedado estupendo!! saludos panarras
ResponderEliminarPor cierto, un blog genial ;)
Muy bonito y una buena miga. No hay mayor felicidad que hacer pan casero y comerlo, en casa no da tiempo a enfriarlo, se lanzan.
ResponderEliminarBsss Sunny, desde Almeria
PARECE DE PANADERÍA DE PRIMERA, ME VOY A APUNTAR LA RECETA HABER SI ME SALE IGUAL DE BIEN.
ResponderEliminarBESOS CRISYLAURA.
Qué pan más bonito te ha salido y con una miga de escándalo, si dan ganas de pegarle un bocado a la pantalla.
ResponderEliminarEl paso a paso divino
Un besazo preciosa
Magnifico!!
ResponderEliminarNo encuentro otra palabra...
Un besazo reina.
Las recetas son espectaculares y la elaboración muy bien explicada.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu dedicación y querer compartirlo con tod@s