Los soufflés son platos muy interesantes por la gran variedad de ingredientes con los que podemos hacerlos. En moldes grandes, individuales, pequeños ... de culaquier forma están buenos. En esta ocasión lo he preparado con calabacín y tomate, pero podemos escoger cualquier otro ingrediente: espárragos, patatas, pimientos, jamón cocido, atún ...
INGREDIENTES:
½ kg. de calabacines
½ kg. de tomates maduros
5 huevos
1 paquete (150 gr.) de queso rallado emmental
50 gr. de mantequilla
Sal y pimienta
1 cucharadita de azúcar
Con estas cantidades salen 4 ó 5 raciones. Lo podemos hacer también en moldes individuales.
Pelar los calabacines, cortarlos en rodajas gruesas y cocerlos 5 minutos en agua caliente con un poco de sal. Escurrirlos bien y picarlos.
Poner la mantequilla en una sartén dejar que se funda, añadir el tomate rallado o cortado en dados pequeños, un poco de sal, el azúcar para quitar la acidez del tomate y la pimienta, darle unas vueltas para que no se queme, a los 4 ó 5 minutos incorporar el calabacín. Cocinamos durante 25-30 minutos y cuando esté el tomate frito lo apartamos del fuego.
Dejar enfriar un poco e incorporar las yemas y la mitad del queso rallado. Siempre hay que dejar el sofrito se enfríe un poco antes de incorporar las yemas, para evitar que éstas se cuajen.
Montamos las claras a punto de nieve, añadimos el preparado anterior en 3 ó 4 veces y mezclamos con suavidad para evitar que se bajen y pierdan aire.
Untamos un molde con un poco de mantequilla con cuidado de no dejar ningún trozo por cubrir, ya que no subiría el soufflé, lo rellenamos con la mezcla. Ponemos el resto de queso por encima y unos trocitos de mantequilla.
Precalentar el horno a 175-180º, hornear durante 30 minutos aproximadamente, hasta que veamos que la parte de arriba tiene un color dorado.
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